En la PUCV, el profesor Claudio Elórtegui fue vicerrector de Administración y Finanzas entre 1994 y 2010 con los rectores Donoso y Muga, lo que le permitió tener un profundo conocimiento del funcionamiento de la Universidad y destacó por su excelente gestión económica, independiente de las limitaciones presupuestarias.
En 2010 asumió la Rectoría de la PUCV, cargo que ocupó en tres periodos, el primero entre 2010 y 2014, el segundo entre 2014 y 2018, el tercero entre 2018 y 2022.
Para conformar su equipo directivo, planteó la necesidad de incorporar a una nueva generación de académicos, más jóvenes, pero todos con una trayectoria reconocida dentro de la Universidad. Entre ellos asumió como vicerrector Académico, el profesor Nelson Vásquez, que después de 12 años llegó a la Rectoría en 2022.
Durante el primer periodo de Elórtegui, se desarrolló el Plan Estratégico Institucional 2011-2016 que contó con la participación de toda la comunidad universitaria. En 2011, la Universidad recibió el beneplácito de la Santa Sede para contar con una Facultad Eclesiástica de Teología, siendo la primera en regiones.
Un aspecto que marcó el legado del rector Elórtegui se relaciona con la construcción de nuevos edificios y una modernización de la tradicional infraestructura de la PUCV. En 2012, por ejemplo, se inauguró un nuevo edificio para el Instituto de Literatura y Ciencias del Lenguaje (ILCL) en el Campus Sausalito. En esta sede se levantó un nuevo casino y se habilitaron áreas de estudio con un pabellón anexo a la Biblioteca.
En 2012, el Campus Curauma inauguró un nuevo casino para los estudiantes y se habilitó el edificio de la Escuela de Kinesiología, que antes se encontraba en Sausalito. En 2012, se construyó el segundo edificio para el Núcleo de Biotecnología de Curauma (NBC) y al año siguiente se entregó el inmueble que acoge al Centro Regional de Estudios en Alimentos Saludables (CREAS), financiado por Conicyt y el Gobierno Regional de Valparaíso.
En el ámbito de pregrado, se abordó el fortalecimiento del sello valórico de la Universidad como eje transversal de la formación de los alumnos y se avanzó en la evaluación de la docencia, lo que permitió generar una cultura evaluativa tanto en los estudiantes como en los profesores.
Desde 2013 se estableció el reconocimiento público de los profesores de cada Unidad Académica quienes fueron galardonados por sus sobresalientes condiciones como docentes e investigadores. En el ámbito del postgrado, a mediados de 2014 la Universidad contaba con 15 doctorados, siendo una de las cinco instituciones del país con más programas de este tipo. En el área de los Magíster, la Universidad alcanzó los 35 programas.
Otro de los programas que se estableció durante la gestión del profesor Elórtegui fue el Programa de Inglés como Segunda Lengua. Una de las actividades que fueron reconocidas se relaciona con la posibilidad de aplicar un test que permita medir las competencias académicas iniciales de los estudiantes y así apoyarlos a una mayor nivelación.
En lo que respecta a la investigación, en noviembre de 2013 se aprobó la Política Institucional de Investigación e Innovación que establece objetivos y principios. En 2013, la PUCV se ubicó entre las tres primeras instituciones del país en lo que corresponde al concurso de iniciación de Fondecyt. En 2010, se creó la Dirección de Innovación y Emprendimiento y también la Incubadora de Negocios Chrysalis que ha generado recursos de la CORFO y ha apoyado a diversos emprendedores de la región y del país.
En 2014, la Universidad inauguró una nueva sede en Santiago, precisamente en Providencia donde se inauguró el Centro de Estudios Avanzados y Extensión (CEA), que hoy es PUCV Santiago.
En 2018 se inició el último periodo del rector Elórtegui, donde se comenzó a esbozar lo que venía para el Centenario de la Universidad, destacando que la PUCV es una construcción colectiva, donde cada integrante, ya sea académico (a), funcionario (a) o estudiante puede desarrollar su aporte. En 2021, la PUCV fue acreditada por siete años, ubicándose en un selecto grupo de solo cinco universidades, una prueba más de su enorme prestigio, excelencia y vocación pública.