16.12.2021
Una excelente forma de conocer cómo el canto popular a lo divino ha celebrado la llegada del Niño Dios fue la presentación que desarrolló el dúo conformado por las cantautoras Ana Flores y María Eugenia Cisternas y que se desarrolló en el marco de una Fiesta de Navidad organizada por el Liceo José Cortés Brown en el Cerro Castillo de Viña del Mar.
Al concierto, organizado por el Fondo Margot Loyola de la PUCV, asistieron un grupo de alumnos de 1° y 2° medio que se interesaron por conocer estas creaciones que se interpretaban tanto en el norte, como en el campo, la zona central y en el sur de Chile.
El dúo interpretó las obras “Pajarillos”, “Vamos a Belén Pastores”, “A Belén ha llegado”, piezas tradicionales que se interpretan en Chiloé. Luego continuaron con la tonada “Es aquí o no es aquí”, “Danza Femenina” y “Danzantes” del Norte Chico. Luego ofrecieron las tonadas “La Boyeruca”, “Esta noche es noche buena”, “Vamos a Belén” y “Campana sobre Campana”, obras que se hicieron famosas en el campo. El concierto concluyó con los huayno “Caminito, Caminito” y “Quiquiriquí y Cocorocó”, que se tocaban con frecuencia en el norte grande.
La encargada del Fondo Margot Loyola de la PUCV, María Eugenia Cisternas, señaló que “fue muy grata la recepción de los estudiantes que aplaudieron con cariño la presentación de música tradicional chilena con motivo del nacimiento del Niño Dios a lo largo de nuestro país, algo desconocido para ellos. Pudimos presentar en este concierto educativo instrumentos que se ejecutan en las distintas zonas culturales de nuestro país”.
La representante de la PUCV agradeció también al alumno Gabriel Morales de 1° medio que efectuó la percusión de tormento y bombo en algunos temas.
DIRECTORA: “ES UN REGALO DIVINO”
Por su parte, la directora del Liceo José Cortés Brown de Viña del Mar, Marcela Jara, destacó que el vínculo con el Fondo Margot Loyola de la PUCV tiene más de ocho años y nació producto de que desarrollan una actividad de orientación vocacional.
“Ana Flores y María Eugenia Cisternas se han presentado anteriormente en el colegio para cultivar en los jóvenes la cultura y también han participado en la semana y mes del libro. De ahí que esta red nació con la PUCV y el Fondo Margot Loyola. La cultura hay que traerla a la escuela, esa es otra línea de acción clara del liceo, ya que cuesta llevar a los jóvenes a las universidades (…) Es un regalo divino porque teníamos justo la actividad de apadrinamiento con un hogar de niños. La cultura es un regalo, acceder a ella en momentos de pandemia es complicado, sabemos que se está abriendo lo artístico y cultural, es un foco de impulso y de reconocimiento para nuestros jóvenes”, añadió.
La directora expresó que dar a conocer las tradiciones en los colegios es ejemplificador para constituir una identidad. “Es un nicho que se debe seguir cultivando. Lo folclórico y lo tradicional es lo que va formando la identidad, que debe permanecer en las generaciones para tener un mejor país. Si no conocemos nuestra historia, difícilmente podemos proyectar una visión país”, complementó.
Camila Carvajal, coordinadora de pastoral del Liceo José Cortés Brown fue la encargada de organizar el encuentro y destacó el vínculo que existe con la PUCV. “Nuestros estudiantes de 1° y 2° medio participaron activamente. Tuvimos una asistencia bastante alta considerando que estamos cerrando el semestre. Toda nuestra gratitud frente al concierto que es un espacio cultural para nuestra comunidad, nuestros jóvenes deben aprender de Chile, su cultura y tener noción de que la actualidad no es lo único que está vigente”, expresó
La actividad, añadió Camilia, surgió con la necesidad de brindar un espacio educativo a los estudiantes, celebrar la Navidad con ellos e invitar a los niños del hogar Padre Alfonso Boess, considerando que este año en el establecimiento se nombró al Padre Alberto Hurtado como Santo Patrono. Luego del concierto, los jóvenes y profesores del establecimiento celebraron una Navidad anticipada con los niños del hogar a quiénes les llevaron regalos y hasta el Viejito Pascuero.
El padre Cristian Moya, capellán del establecimiento agregó que: “quedé gratamente sorprendido con la música chilena que escuché allí con ritmos de distintas partes de Chile, desde el norte al sur. Me impresionó la calidad del dúo, no hay como oír una guitarra, un arpa, el sonido tan puro de las cuerdas es espectacular y eso mezclado con las tonalidades del canto chileno, le dan un realce único”.
“En segundo lugar, les agradezco porque me recordó a mi papá que era cantor a lo divino, una forma de catequesis que creció en los campos chilenos desde el tiempo de la colonia. Los jesuitas lo introdujeron en nuestro país y era la forma cómo evangelizaban a las personas en el campo. Es una teología pura, al igual que las tonadas. Mi papá tomaba la guitarra que tenía otra afinación para el canto a lo divino. En fechas como esta llegaba del campo y se sentaba debajo de una parra y cantaba versos al Niño Dios, era una catequesis hermosa y no la valoraba. Hoy lo recuerdo y me alegra mucho”, indicó.
El capellán agradeció también al Fondo Margot Loyola de la Universidad por el aporte cultural y a la Fe. “El que canta ora dos veces. El canto hecho canción es una expresión hermosa de agradecimiento al encuentro con Dios. Agradezco a la PUCV por estos aportes a la comunidad escolar”, concluyó.
Por Juan Paulo Roldán
Dirección General de Vinculación con el Medio