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Heike Scharrer: “Hay que dejar trabajo para las nuevas generaciones”

La destacada violinista y directora del Conservatorio de la PUCV regresa a Alemania para continuar con sus estudios de música antigua y compartir más con su familia. Sin embargo, se va con buenos recuerdos de nuestro país.

Viernes 22 de enero de 2016

Heike Scharrer: “Hay que dejar trabajo para las nuevas generaciones” - Foto 1
Heike Scharrer: “Hay que dejar trabajo para las nuevas generaciones” - Foto 2

La directora del Conservatorio de la PUCV, Heike Scharrer, se emociona cuando se refiere a su paso por Chile. Acá llegó en 1997, luego de una dilatada trayectoria por distintas orquestas en Alemania. Durante seis años fue miembro de la Opera Estatal de Hamburgo y concertina de la Orquesta de Cámara de Eppendorff, Hamburgo.

En Chile participó de la Fundación de Orquestas Juveniles y en el Conservatorio de Música de nuestra Casa de Estudios desarrolló un interesante trabajo de pedagogía en violín y viola formando a varias generaciones de intérpretes en el Instituto de Música (IMUS), además de crear la Orquesta Juvenil del Conservatorio. Algunos han seguido sus consejos y han partido a estudiar al extranjero.

Recientemente, la académica volvió a Alemania con planes de compartir más con sus pequeñas nietas y también retomar sus estudios de música antigua, los que espera desarrollar en Bélgica.    

¿Qué sensación le deja este regreso a su país natal después de estar 16 años trabajando en la PUCV?

“Por un lado tengo pena. No es fácil dejar a la PUCV. Hemos construido mucho en conjunto. Pero viene un nuevo periodo para mí. En el Salón de Honor me hicieron una muy linda despedida. Cuando empecé en la Universidad tenía dos alumnos de violín en el Conservatorio PUCV. Formé la primera orquesta juvenil en Chile. Ha sido entretenido, pues tenía esta visión. Vengo de Alemania donde está todo listo. Me encanta crear cosas nuevas en lugares que son fértiles. Eso fue algo que me entusiasmó. Cuando llegué a Chile nació la Fundación de Orquestas Juveniles y me llamaron para ser jurado”.

“Con la orquesta que creamos en la PUCV postulamos a recursos y viajamos todos los años por diversas ciudades de Chile. Fue muy lindo ver un proceso de crecimiento grupal que no se da sólo en la sala de clases. Con la fundación existen más de 400 orquestas a nivel nacional. Lamentablemente, faltan profesores de violín en Chile, la carrera de pedagogía en este instrumento no existe”.

¿Cuándo llegó a Chile?

“Llegué en 1997 y en 1999 comencé a trabajar en la PUCV como intérprete en la Orquesta de Cámara con el profesor Pablo Alvarado. Llegué al colegio David Trumbull de la Iglesia Presbiteriana. Me ayudó el papá de un alumno que hoy es violinista en Valdivia. Por consejo de él llegué a la Universidad. Partí con dos alumnos de violín. Hoy tengo 45. A fines de 1999 comencé a colaborar en el Conservatorio de la PUCV. Me dediqué de lleno a la pedagogía. Me di cuenta que falta la pedagogía en violín en Chile. Fuimos de intercambio a Alemania con la Orquesta Juvenil de la Universidad. Algunos se quedaron estudiando un Magíster allá. Un alumno se fue a Estados Unidos por estudios de postgrado. Todos son profesores ahora y todos tienen trabajo. Manuel Simpson, por ejemplo, va a encargarse de la Orquesta Juvenil luego de mi partida. Quedó todo organizado. Hay que dejar trabajo para las nuevas generaciones”.

VOLVIENDO A CHILE

¿Tiene planes de volver a Chile?

“Espero regresar cada año a Chile. En octubre o noviembre. Soy la embajadora de la Fundación de Orquestas Juveniles de Chile en Alemania. Ellos quieren que siga trabajando y dando clases. Me invitaron a hacer cursos en Santiago, Chillán, Isla de Pascua y Panguipulli. A ellos les gusta mucho mi trabajo como profesora de violín”.

¿Es muy distinta la formación de jóvenes músicos en Alemania respecto a Chile?

“Es muy diferente. Es otra cultura, que viene desde hace muchos siglos. Acá en Chile todo se quiere lograr rápido, saltándose etapas. Con la tarjeta de crédito, algunos pueden comprar un jeep pero no tienen plata para cambiar el piso de la casa. En Alemania, hay escuelas de iniciación musical, donde llegan muchos niños que tienen tres a cuatro años y vienen después del colegio. Es importante que tengan el apoyo de sus padres. Después pueden tomar clases de teoría. Cuentan con clases de dos o más instrumentos y la enseñanza comienza más temprano. Acá en Chile la educación no va en ese sentido. Son más materialistas los chilenos. En Alemania, andamos felices en bicicleta, pero la cultura tiene otro valor”.

¿Qué desafíos enfrentará a futuro en Alemania?

“Vuelvo a Alemania para compartir más con mis nietas y quiero estudiar música antigua en Bélgica. Me gustaría incorporar eso en mi formación. Descansar un poco y retomar el violín. Producto de mi trabajo como directora del Conservatorio PUCV dejé de lado este instrumento y quiero seguir mejorando en su interpretación. Me gustaría entregar a Chile todo lo que sé y seguir trabajando a futuro, pero también estar más con mi familia”.

¿Han propuesto a través de la Fundación incorporar la pedagogía del violín en los planes del Ministerio de Educación?

“Los colegios ofrecen el violín como actividad extraprogramática. He tenido niños de cuatro años. Hay mucho interés, pero faltan recursos. No siempre los padres pueden financiar eso. El Ministerio de Educación no está interesado. Hay fondos pero son para orquestas de lugares lejanos en el fin del mundo”.

¿Se lleva buenos recuerdos de sus alumnos? Me imagino que seguirá en contacto con muchos de ellos…

“Para el concierto que efectuaron en homenaje en Casa Central llegaron alumnos de distintos lugares como La Serena, Coquimbo y Valdivia. Me emocioné mucho. Se realizó una presentación con músicos de distintas generaciones, el que estuvo a cargo de Gonzalo Venegas. Me quedo tranquila porque hice bien mi trabajo. Todos mis alumnos tienen entusiasmo para seguir como profesores”.    

Por Juan Paulo Roldán

Dirección General de Vinculación con el Medio

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