Ser agente de cambio es la característica que se repite dentro de los y las ganadores del Premio LED para los Líderes Educativos Directivos, otorgados recientemente por el diario El Mercurio, la Fundación Impulso Docente y la Fundación Mustakis. Un total de 30 directores fueron premiados en seis categorías. Una de ellas es la directora de la Escuela de Lenguaje Nueva Calafquen de Cartagena, Rebeca Naranjo, quien es Alumni PUCV.
La directora culminó con éxito el Magíster en Liderazgo y Gestión en Organizaciones Escolares de la PUCV en 2022 y este año recibió el Premio LED en la categoría de “Estrategias Innovadoras para el Desarrollo Integral”, ocasión en la que ha podido aplicar lo aprendido en su establecimiento.
“Sobre mi paso por el programa de Magíster en la PUCV fue una de las mejores experiencias. Llegué a ser directora y siempre me vinculé mucho con la niñez. Las vueltas de la vida me llevaron a este cargo después de trabajar durante más de 10 años en la Escuela. Desarrollé herramientas en materia de liderazgo, conocimientos que debe tener uno para enfrentar las situaciones que se presentan en un establecimiento educacional”, indicó.
En relación a lo aprendido en la Universidad, “fue un abrirse a conocimientos nuevos y había cosas que venía haciendo, que se pudieron perfeccionar. Por ejemplo, el hecho de manejar datos, con resultados y que se aborden para mejorar el aprendizaje de los niños. Uno siempre se focaliza en el currículum, pero es distinto lo que uno debe enseñar, lo que enseña y lo que los niños aprenden. Así fuimos implementando lo realizado en el magíster y fue muy enriquecedor para el establecimiento”.
La pandemia fue un momento complejo que afectó específicamente a los estudiantes de la Escuela de Lenguaje Nueva Calafquen, considerando que son niños de entre tres y cinco años. Sumado a las dificultades de conectividad que enfrentaban las familias, las profesoras decidieron realizar juegos para atraer la atención de los niños, además de visitarlos.
“En una primera instancia hicimos clases virtuales, mucho más reducidas. Dadas las condiciones de nuestros estudiantes costaba que se conectaran y empezamos a implementar la entrega de módems a las familias. Seguimos funcionando y llevamos a las educadoras y fonoaudiólogas a las casas, entregando material didáctico para que los niños y niñas jugaran”, recordó.
Paso a paso, se dieron cuenta que los niños y sus familias aprovechaban esta modalidad de aprendizaje “a medida”. “Encontramos, que los niños y las familias se conectaban mucho y fuimos creando diferente material didáctico que incentivaba el juego y el aprendizaje, lo que va muy de la mano con la educación parvularia en relación al juego. El resultado fue muy bueno y muy amigable para las familias. Recorrimos las distintas zonas de Cartagena y nos vinculamos con la comunidad”, recordó.
La estrategia fue todo un éxito y luego han continuado haciendo mejoras. “Luego de la realización del Magíster empezamos también a vincularnos de una manera distinta con las y los profesionales de la escuela, hicimos reuniones de planificación y trabajamos el material. Las docentes se apropiaron mucho más de esta forma de enseñar y fue bastante entretenido”.
“Además de trabajar con las profesionales, fuimos entregando confianzas para que ellas puedan sentirse adheridas al proyecto educativo que hemos construido entre todos y aprendimos mucho sobre Recursos Humanos y el manejo de los profesionales, cómo generar confianzas, lo que fue muy enriquecedor y entregó las herramientas para ir formando las capacidades”, concluyó.
Por Juan Paulo Roldán
Dirección de Comunicación Estratégica
