11.01.2019
Recientemente, asumió el profesor Kamel Harire Seda como decano de la Facultad Eclesiástica de Teología, en lo que será su tercer periodo. El académico es exalumno de nuestra Casa de Estudios y además es Magíster en Sagrada Teología de la PUC y Doctor en Teología de la Universidad de Navarra (España).
El académico asumió a fines de diciembre pasado como decano Pro Tempore, lo que significa que estará en el cargo mientras cuente con la confianza de la Diócesis de Valparaíso y su Administrador Apostólico, Monseñor Pedro Ossandón, quien lo nombró por un nuevo periodo. La Facultad Eclesiástica de Teología de la PUCV es la única ubicada en regiones y es la segunda creada en Chile.
¿Qué desafíos enfrentará a cargo de la Facultad Eclesiástica de Teología?
“Es una Facultad relativamente nueva, tiene seis años. Se están revisando sus estatutos y programas. El trabajo que tenemos por delante es desafiante. Hay que echar a andar nuestro programa de Magíster en Teología, con todo lo que ello conlleva. Este Magíster tendrá que ser acreditado por AVEPRO, una agencia internacional que creó la Santa Sede. Además, todas las facultades eclesiásticas estamos obligadas a acreditarnos. Esto se aplica hace alrededor de cuatro años en Europa y ahora se comenzará con América Latina”.
“Dentro de lo que hemos venido haciendo es bueno destacar dos programas que tenemos de afiliación con el Seminario de San Bernardo y la Universidad de la Santísima Concepción, donde se reconocen los estudios de sus estudiantes, siguiendo las instrucciones de la congregación y la Santa Sede. Los alumnos obtienen el grado teológico y certificado otorgado por nuestra Universidad. Para ellos es más fácil que sus alumnos rindan examen y obtienen después el grado de Bachillerato en Teología. Además, podrán después optar al Magíster. La idea es comenzar con este programa en 2019 para que esté funcionando en 2020”.
¿Hay algún encargo especial que hayan recibido desde el Papa Francisco?
“El Papa acaba de publicar un nuevo documento que norma la existencia de las universidades católicas y las facultades de teología que se llama Veritatis Gaudium. Es un texto que asume la línea de Ex Corde Ecclesiae y actualiza aspectos nuevos. Es interesante en esta nueva carta el Proemio. Tenemos el encargo, los centros teológicos del mundo, de avocarnos a revisar los planes, programas y orientaciones de nuestra Facultad al tenor de este documento pontificio”.
UN NUEVO INSTITUTO PARA LA FACULTAD
¿Qué planes tienen contemplado para el Instituto de Ciencias Religiosas?
“Contamos con un Instituto de Ciencias Religiosas (ICR) que tiene una trayectoria de más de 50 años. Cuando se creó la Facultad Eclesiástica de Teología, el Instituto siguió existiendo. Esto no ha estado exento de dificultades, pues todos los institutos de ciencias religiosas se rigen por un estatuto de la Santa Sede que data de 2008 y que los obliga a transformarse en Institutos Superiores de Ciencias Religiosas. Ello nos planteaba problemas políticos, administrativos y económicos lo que hacía inviable la coexistencia de ambas instancias”.
“Por ello cuando asumí como decano empecé a visualizar con el equipo que era conveniente correlacionar ambos y ubicar al Instituto dentro, pero son dos realidades distintas, cada uno con sus propios estatutos. Entonces, propusimos a la Santa Sede crear un nuevo instituto de carácter civil al interior de la Facultad y que no genere problemas, haciéndose cargo y tomando otras funciones”.
“Propusimos crear un Instituto de Estudios Religiosos que está ad portas de llevarse al Consejo Superior para su puesta en marcha. De esta forma, tendremos una sola planta de académicos. Ya no hay dos centros en competencia, sino que amalgamados armónicamente. Con esto buscamos unir sin confundir y distinguir sin separar”.
“Este nuevo Instituto tendrá una mayor amplitud en el área de las ciencias y el estudio del fenómeno religioso. Una vez que lo instalemos y esté aprobado, tendremos que socializarlo, hacer su reglamento y profundizar la riqueza que puede aportar para el ámbito del estudio de las religiones. Será posible invitar a otros profesores e incluir variadas disciplinas al servicio de los estudios religiosos, tales como la sociología o psicología”.
¿Qué avances se proyectan en el área del Ecumenismo, el Programa de Ciencias para la Familia y en Derecho Canónico?
“Hemos potenciado varios ámbitos que son importantes. Cuando instalamos la Facultad de Teología, me propusieron realizar algo más concreto en el ámbito del Ecumenismo. El mundo evangélico en Chile no cuenta con reconocimiento de sus estudios y poseen centros muy serios, con profesores y algunos programas con más de 60 años de experiencia, pero no tienen reconocimiento de la sociedad civil. Eso lo vimos como una oportunidad y tuve el apoyo de la Diócesis de Valparaíso y la Rectoría. Firmamos el primer convenio en América Latina con la Comunidad Evangélica Teológica de Chile, donde sus egresados continúan un año de estudio con nosotros, hacen una tesis, reciben un grado y una licencia en Estudios Teológicos, Bíblicos y Diálogo Ecuménico de nuestra Universidad”.
“Estamos con la segunda cohorte que tiene 14 alumnos, la mayoría son pastores. En el área bíblica llegan con las lenguas y el dominio instrumental para el trabajo bíblico: griego y hebreo. Nos han pedido ampliar este convenio marco a Concepción y Temuco”.
“En el ámbito del Programa de Ciencias para la Familia, estamos muy felices. Se han dictado dos versiones de un diplomado con mucho éxito y gran demanda. Hemos organizado dos conversatorios y también participado en actividades en Santiago”.
“En el área de Derecho Canónico acabamos de terminar con 29 alumnos un Diplomado en Derecho Canónico en convenio con académicos de la Facultad de Derecho de la PUCV y la Asociación Chilena de Derecho Canónico. Esto ha resultado en un círculo virtuoso. Estamos muy avanzados en las conversaciones para sacar la licencia en Derecho Canónico en cotutela con la Universidad de Salamanca en España. Creamos una cátedra de Derecho Canónico, lo que nos ha permitido avanzar al respecto”.
¿Qué desafíos tienen por desarrollar en el ámbito de la investigación?
“Cuando partió la Facultad recibí el encargo de instalar la planta académica, preparar a los profesores para su jerarquización. En este periodo de seis años, se han jerarquizado siete profesores para tener la masa crítica necesaria. La jerarquía va asociada a la productividad científica. En ese sentido, hemos dado el espacio para que los académicos publiquemos artículos ISI y trabajemos en proyectos de investigación. Esta exigencia viene desde Roma, que ha puesto el énfasis en aumentar la investigación en las facultades de Teología”.
Por Juan Paulo Roldán
Dirección General de Vinculación con el Medio