En una ceremonia cargada de emoción, el Profesor Extraordinario de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Dr. Juan Cristián Orrego (1944-2018) recibió una medalla de condecoración póstuma por parte del Ministerio de Relaciones Exteriores por su “contribución excepcional en campo de la ciencia forense en nuestro país”.
Asimismo, se reconoció su destacado compromiso con los derechos humanos al abordar la genética molecular en gran parte de sus investigaciones, que luego derivó en la búsqueda de personas desaparecidas a través de pruebas ADN en periodos de dictadura en varios países latinoamericanos.
En la oportunidad, el ministro de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren, señaló a sus familiares que “para él la ciencia era algo que debía trabajar para beneficio de todos (…) Fue en Chile donde el legado del Dr. Orrego será indeleble, su brújula moral, fuertemente ligada a la justicia, y su enorme sentido del servicio le hicieron emprender un trabajo por el que nuestro país nunca podrá dejar de agradecerle. Gracias a él, muchas familias han podido identificar los restos de seres queridos que les fueron arrebatados brutalmente por la dictadura de 1973”.
“En nombre del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, es un honor poder otorgar esta medalla, como un símbolo de nuestro eterno agradecimiento a su familia. Y expresar nuestra admiración por sus contribuciones extraordinarias a las ciencias forenses y a la causa de los derechos humanos”, indicó el canciller.
En nuestra universidad, Cristián Orrego se desempeñó como profesor asistente en los institutos de Biolopgía y de Química entre los años 1973 y 1974. Aun cuando producto de sus diversas investigaciones científicas debió viajar a varios países, al despuntar la década de los noventa sus colegas votaron unánimemente su reconocimiento como Profesor Extraordinario del Instituto de Biología de nuestra Casa de Estudios.
El académico Sergio Marshall, del Instituto de Biología de la PUCV reconoció la calidad personal y profesional de su compañero de investigación. "Cristián era como un hermano para mí, me recibió cuando llegué a la Universidad de Brandeis en 1969. Nuestra amistad y colaboración crecieron a través de los años, organizamos cursos de Genética Forense y otros que tuvieron un éxito extraordinario a nivel nacional. Nuestras colaboraciones se extendieron mucho más allá de mi grupo de investigación en el Instituto de Biología, ya que incluyeron a colegas en los departamentos de Química e Ingeniería Bioquímica”, señaló el académico de la PUCV en el obituario "Vida: La emoción de la Biología".
Por Paulina Reyes
Dirección de Comunicación Estratégica