13.07.2015
La jefa de docencia del Instituto de Historia de la PUCV, Dra. Ximena Urbina, se integró como miembro de la Academia de Historia Naval y Marítima de Chile, en una ceremonia que se efectuó en la Academia de Guerra Naval, en Las Salinas, y que contó con la presencia de destacados investigadores marítimos, entre ellos, el Premio Nacional de Historia, Mateo Martinic.
La Academia de Historia Naval y Marítima de Chile tiene 21 años de existencia y se encarga de impulsar el desarrollo del conocimiento sobre temas navales y marítimos, reuniéndose mensualmente para discutir las investigaciones de sus integrantes, celebra y participa en eventos de divulgación del conocimiento y publica anualmente un boletín.
La Dra. Urbina se mostró agradecida por la distinción. "Formar parte de la Academia significa para mí una invitación a contribuir en ella a generar conocimiento nuevo y a la discusión y ampliación del existente, de acuerdo a lo que por mi formación puedo ofrecer, precisamente, la historia".
La académica de la PUCV desde hace 12 años se ha enfocado en estudiar el proceso en que los archipiélagos del sur de Chile han adquirido sentido o significado en distintos momentos de la historia.
En efecto, su labor como investigadora y académica se ha centrado siempre en el período colonial o en la época de dominio español sobre América, etapa que además coincide con uno de los de mayor riqueza cultural en los archipiélagos de Chiloé, Aysén y Magallanes, por ser el momento de encuentro entre diferentes culturas: canoeros australes, españoles de Chiloé, ingleses y holandeses.
EL RELATO DEL INDIO TALCAPILLÁN
En la oportunidad, la profesora del Instituto de Historia ofreció la conferencia "El chono Cristóbal Talcapillán y su información sobre colonias inglesas en la Patagonia Insular, 1674".
En 1674, el gobernador de Chiloé, Francisco Gallardo, envió al sargento Jerónimo Diez de Mendoza, a recorrer el litoral del sur para averiguar sobre la presencia de la corona británica en ellas. En el viaje no se encontraron ingleses, pero el sargento apresó a algunos indígenas, entre ellos al chono Talcapillán, quien, trasladado al de Chacao, dijo que hacia el sur había dos fuertes-colonias de ingleses en parajes que denominó Callanac y Allauta.
La información de Talcapillán, quien luego declaró formalmente ante el gobernador de Chiloé, en Concepción ante el gobernador de Chile y en el Callao ante el virrey del Perú generó alarma general, enviándose nuevas expediciones para buscar las supuestas colonias extranjeras.
En estas declaraciones explicó con detalles la situación y características de ambos fuertes ingleses, y dibujó, primero en el suelo y paredes, y luego en papel, un mapa de las islas y costas hacia el estrecho de Magallanes, con la ubicación de las colonias y las derrotas que dos expediciones anteriores habían tenido, sin éxito en su búsqueda. "La información que Talcapillán tenía en mente, la pudo reproducir en un mapa hecho por él, en papel y con carboncillo, dos veces de la misma manera. Tanto en Concepción como en Lima, cuando se le puso el mapa en frente para que repitiera los lugares señalados, y así contrastar lo que decía con lo que estaba escrito en él, lo hizo sin tropiezos. La capacidad de representación cartográfica, según se puede interpretar, es a la manera que se hacía en Europa", explicó Urbina.
Por último, la profesional concluyó que "esta coyuntura narrada y analizada, muestra cómo los hechos locales (un indio chono en Chiloé) son capaces de generar respuestas imperiales (reacción geopolítica del virrey ante enemigos ingleses en el confín del mundo español americano), y a la vez cómo la dimensión imperial (noticias recibidas en la corte de Madrid sobre el deseo de los ingleses de establecerse en el sur del virreinato del Perú) tienen un correlato local, que se manifiesta en la reacción del gobernador de Chiloé".
Por Natalia Cabrera Vásquez
Instituto de Historia