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Domingo 4 de junio de 2006
REPORTAJE Los secretos de la
tonada chilena: Negrito lindo, terrón de amor, dame un
besito será mejor...
Elena Irarrázabal Sánchez
La
historia de la tonada, uno de los géneros más propios de
nuestra música, es narrada en un esperado libro de Margot
Loyola. Músicos e investigadores eligieron para "Artes y
Letras" sus "doce tonadas inolvidables".
Elena Irarrázabal
Sánchez
"Fui acumulando dentro de mí tantas y tantas
tonadas, que podría llenar una carreta", cuenta con una
sonrisa Margot Loyola. A dos días de presentar su libro "La
tonada: testimonios para el futuro", se la ve contenta y
agradecida. Cinco años tardó en ordenar una enorme cantidad de
documentación sobre el origen y desarrollo de la tonada. Cinco
años y también más de cincuenta, tiempo en que anduvo por los
caminos de Chile buscando cantoras -"sus maestras"- en trillas
de yeguas, rodeos y fiestas populares.
Pese a la
infinita cantidad de tonadas que tiene en su cabeza, listas
para acompañar con su guitarra, Margot contesta muy segura
cuál es la que prefiere cantar. "El Creito". Y se pone a
entonarla: "El creito que me robaste/ Aonde me lo tení/ Al
campo me lo botaste/ para que hablaran de mí". "Es una tonada
con estribillo, que le oí allá por los años 50 a la cantora
Marta Salinas, en Nahueltoro. Me encanta la letra, sus
cuartetos son muy campesinos. Tiene elementos musicales del
canto a lo poeta. Es que la tonada es generosa, acepta
distintos elementos musicales".
"Siempre creí que
Margot era la persona para escribir sobre la tonada y se lo
hice saber con mucha presión, porque creo que era una
obligación para Chile. De otra forma, toda su memoria, sus
registros y transcripciones se iban a perder. Ella reúne
muchas facetas que enriquecen este trabajo: es una intérprete,
una investigadora en terreno y una persona formada en lo
académico. Esa conjunción es algo único", argumenta Ercila
Moreno Chá, directora del Instituto Nacional de Musicología
"Carlos Vega" de Buenos Aires.
Armando una
tonada
La tonada ha sido considerada "el género musical
más importante del cantar vernáculo de Chile". "Como canción
folclórica por excelencia, la tonada sintetiza expresiones
poéticas populares que ensalzan el campo, la mujer y la
patria. La cueca, en cambio, es más masculina y urbana: del
guapo, del choro, del huaso en la ciudad que invita a la mujer
a bailarla", explica el musicólogo de la PUC, Juan Pablo
González.
Las raíces de la tonada chilena se entroncan
con la herencia española recibida en el período colonial. La
sencilla estructura de la "tonada esencial" o "tonadita del
pobre", como la llama Margot Loyola, consta de una serie de
estrofas, sin estribillo, que contienen versos rimados de una
métrica precisa (como la cuarteta octosilábica). También hay
presencia de la "décima espinel".
Esta tonada germinó
principalmente en el medio rural, en boca de cantoras que con
sus guitarras y ocasionalmente arpas repetían los versos oídos
a sus madres o mentoras. Su gran temática es el amor
desengañado, que se expresa en títulos como "Estando con llave
mi pecho", "Acuérdate falso ingrato", "Cansados tengo los
ojos", "Lágrimas son las que almuerzo". Pero también hay
tonadas dedicadas al niño Dios ("Señora Doña María...),
tonadas-parabienes, de temática picaresca, tonadas pregones o
relacionadas con faenas agrícolas.
El "epicentro" de la
tonada se encuentra en Colchagua, Maule y Ñuble. "Las tonadas
más hermosas y más sentidas son las del repertorio campesino
tradicional", dice el investigador Maximiliano Salinas.
"Escuchar una tonada de una cantora de Ñuble o Portezuelo es
una de las experiencias más hermosas y deslumbrantes, por la
emocionalidad que se transmite a flor de piel y de
alma".
De Ñuble a la Alameda
Con el tiempo, "la
tonadita del pobre" se va sofisticando con la incorporación de
estribillos y se difunde en la ciudad. Surge así la "tonada
canción", reflejo de la urbanización de la tonada en el siglo
XX y que recibe la influencia de múltiples géneros, como el
vals, la jota, la mazurca, la zarzuela y el cuplé.
"La
tonada, en cuanto canción, tiene la capacidad de revitalizarse
con el paso del tiempo, por su independencia de patrones
formales, instrumentales, rítmicos y expresivos, a diferencia
de los géneros de baile. Es así como puede adquirir distintas
estructuras poético-musicales y desempeñar diferentes
funciones sociales, algo poco habitual para un solo género
musical", explica Juan Pablo González.
La temática de
esta "tonada urbanizada" suele recordar con nostalgia el mundo
rural y comienza a ser compuesta por compositores
conocidos.
Además, de una interpretación
fundamentalmente femenina, pasa a ser cantada también por
cuartetos de huasos y otras agrupaciones. Se inicia, además,
una fecunda producción discográfica basada en el
género.
La "negra linda" y otras cantantes
míticas
El libro de Margot Loyola entrega un detallado
estudio musical de la forma estructural básica de la tonada y
sus distintas variantes, las afinaciones de la guitarra y los
patrones del rasgueo. Pero una de las partes más novedosas son
los capítulos dedicados a sus semblanzas de las distintas
cantoras que conoció a lo largo de Chile.
También llama
la atención el espacio dedicado a las "precursoras del cantar
criollo", notables intérpretes y compositoras que dieron
realce a la tonada y que alcanzaron gran popularidad, sobre
todo en las primeras décadas del siglo XX.
Figuras como
las hermanas Orellana, Esther Martínez, Esther Soré ("La negra
linda", protagonista de la película "Dos corazones y una
tonada"), las hermanas Acuña ("Las Caracolito"), el dúo de las
hermanas Loyola -del que formó parte Margot- constituyen un
momento poco conocido de nuestra historia musical que hoy
emerge entre acordes de arpa y guitarra y suspiros del
corazón.
Margot Loyola: "Se me apura el
corazón".
Sus grandes aros tintinean al contestar las
preguntas. Margot Loyola, Premio Nacional de Arte 1994, es
pretenciosa y no dice su edad, aunque su saber revela largos
años de cantares y estudios musicales.
-¿Por qué
dedicar un libro a la tonada?
"La tonada y la cueca son
lo más grande para mí. Es lo que más me identifica, me une con
Chile. Cuando escucho una tonada hermosa, se me apura el
corazón".
-¿Está viva la tonada?
"La veo vivita
y coleando. El problema es que no se baila y la gente quiere
moverse mucho, como una forma de liberación. La cueca se baila
y eso la ha ayudado. Pero la tonada se cultiva en todas
partes, hay cerca de 400 conjuntos folclóricos de Arica a
Punta Arenas. También subsiste entre las cantoras, pero las
generaciones más jóvenes no se interesan en aprender: he visto
cantoras que han quemado sus guitarras. La historia dará su
veredicto."
-Usted habla de una trilogía mujer-tonada y
guitarra
"En la tonada es muy intensa la presencia de
la mujer, así como el canto a lo poeta es más masculino, con
su guitarrón. Pero luego comienzan a interpretarla los
cuartetos y otros conjuntos masculinos".
-¿Qué
caracteriza a la tonada chilena, en comparación con
Argentina?
"Diría que la tonada afuera es más rápida,
con más presencia de la zamba. Aquí es más lenta y cadenciosa,
sobre todo entre las cantoras y su voz nasal. En Chile es más
lírica, su difusión es mucho más poderosa y abarca distintas
temáticas. Además, afuera se puntea mucho, en nuestro país no
hay tonada sin rasgueo".
-El libro no se dedica a los
compositores más conocidos.
"Es que ellos han sido
tratados en otros estudios. En cambio, figuras como las
"Hermanas Orellana", "Las Caracolito" y Esther Soré fueron
tremendamente populares y hoy nadie las conoce. Por eso quise
profundizar en ellas".
-¿Qué le parece la tonada en voz
de los Quincheros?
"Me encanta lo que han hecho los
Quincheros y otros conjuntos, como los "Cuatro Huasos". Le han
aportado a la tonada voces, armonizaciones y elementos más
complejos. También le han dado alegría".
"La tonada:
testimonios para el futuro", de Margot Loyola, fue editada por
la P. Universidad Católica de Valparaíso. Consta de 287
páginas que incluyen transcripciones y partituras de tonadas,
muchas de ellas de cantoras populares. Viene con tres CD: uno
con grabaciones de cantoras, otro con los precursores del
cancionero criollo y el último con una selección de tonadas
cantadas por Margot Loyola. Cuesta aprox. 20 mil pesos en el
fondo Margot Loyola de la UCV (32-273105).
Encuesta: 12
tonadas inolvidables
-Tonada de Manuel
Rodríguez:
Vicente Bianchi-Pablo Neruda.
-Camino
de Luna: Luis Aguirre Pinto.
-Bajando pa' Puerto Aisén.
Diego Barros Ortiz-Jorge Bernales.
-El corralero: S.
Sauvalle.
-La jardinera: Violeta Parra.
-Chile
lindo: Clara Solovera.
-Qué bonita va: Francisco Flores
del Campo.
-Yo vendo unos ojos negros:
Tradicional.
-Nostalgias colchagüinas: Raúl de
Ramón.
-Abran quincha, abran cancha:
Tradicional.
- Que bonita es mi tierra: Luis
Bahamonde.
-El duraznero (también conocida como "El
frutero" o "Peritas de agua"): Margot Loyola-Leucotón
Devia.
Estas composiciones resultaron las más votadas
por el grupo convocado por "Artes y Letras" para elegir sus
"tonadas inolvidables". Fueron Cecilia Echenique, Eugenio
Rengifo, Ricardo de la Fuente, Juan Pablo González, Mario
Rojas, Micaela Navarrete, Benjamín Mackenna, Margot Loyola,
Fidel Sepúlveda, Pedro Messone y Sergio
Sauvalle.
También recibieron más de una mención: "El
martirio" (tradicional) "Mata de arrayán florido" (Solovera),
"A la mar fui por naranjas" (tradicional), "La Juana Rosa" (V.
Parra), "El yerbatero" (N. Molinare), "Fiesta linda" ( Luis
Bahamonde), "Niña de los ojos claros (Diego Barros) y "Mi
caballo blanco" .
Canciones muy queridas
Entre
quienes votaron para elegir a sus "tonadas inolvidables", hubo
algunas opciones personales, que no se repitieron con otros
entrevistados. Aquí las damos a conocer:
Margot Loyola
vota, entre otras, por "Hojitas de verde trébol" (Solovera),
"La huasca" (Petronila Orellana), "El naranjero" (Donato
Román), "Ende que te vi" (Luis Bahamonde) "Ay, Fernanda"
(Ricardo de la Fuente) .
El académico e investigador
Fidel Sepúlveda se inclina por tonadas de la vertiente
tradicional como "La palomita", "El rodeo", "Debajo de un
limón verde", "La tonada del medio", "Corazones partidos",
"Lloraré toda la vida" y "Dime mi bien si me
quieres".
Pedro Messone cita "Tonada de media noche"
(Francisco Flores del Campo).
El musicólogo Juan Pablo
González menciona "En Chillán planté una rosa" (Ester
Martínez);
El compositor Segio Sauvalle recuerda "Bajo
el sauzal del estero" (Barros-Bernales) y "El trompo de siete
colores" (Jorge Burgos).
El Quinchero Benjamín Mackenna
nombra "Rosita de Cachapoal" (Nicanor Molinare).
La
cantante Cecilia Echenique cita "Manta de tres colores" y "La
enagüita", ambas de Clara Solovera.
El compositor y
director de televisión Ricardo de la Fuente agrega "Cantarito
de Peñaflor" y "La torcacita".
El músico y productor
Mario Rojas ennumera "Ay, agüita de mi tierra" (tradicional),
"Tu beso" (Alejandro Angeloni), "Deja la vida volar" (Víctor
Jara), "Mi vieja casa de campo" (Mario Oltra, Carlos Ulloa) y
"Por haberte querido tanto" (Luis Bahamonde).
Eugenio
Rengifo, compositor e integrante de los "Huasos de
Algarrobal", tiene entre sus preferencias"Camino agreste"
(Aguirre Pinto) y "Yo vengo del Colliguay" (Margot
Loyola).
La investigadora Micaela Navarrete , en tanto,
creadora del archivo de tradición oral de la Biblioteca
Nacional, vota por una serie de tonadas aprendidas de
cantoras. "El palmero" (Ñuble), "Goza tu dicha, angelito"
(Quirihue), "Vivan novios y padrinos" (Quirihue), "Negrito, yo
ya me voy" (Curanipe), "Las señas del marido" (Ñuble),
"Cansados traigo los ojos" (Linares), "Ya viene la cruz de
mayo" (Lebu) y "Mi padre San Francisco"
(Pemuco).
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