Cristóbal Olivares Correa, de 23 años, se encuentra cursando su cuarto año en la carrera de Pedagogía en Educación Básica, mención Historia, Geografía y Ciencias Sociales, y desde su primer semestre que se ha comprometido con una enseñanza lúdica y dinámica, alejado de las salas de clases e invitando a niños y niñas a aprender jugando.
Memorices, cápsulas y máquinas del tiempo son algunas de las actividades con las que Olivares, miembro colaborador del proyecto “Invasión Patrimonial”, ha querido dejar una marca en los alumnos de distintos colegios de la Región de Valparaíso, en vez de limitarse, comenta, a ser “un profesor hablando y que solamente tomen apuntes”.
“Esto es algo fuera de lo común para los estudiantes y me gustaría salir un poco de ese paradigma de que las clases son monótonas. Yo les puedo llevar un rompecabezas a mis estudiantes y decirles que nos sentemos en el suelo y aprendamos jugando. Eso es algo que se suele dejar solamente para la casa, pero también se puede estudiar jugando en un colegio”, declaró el estudiante, quien ha participado de esta propuesta desde su primer semestre en la carrera.
En el marco de la celebración del Día del Profesor en el Campus Sausalito, afirmó sentirse feliz de ser partícipe de esta instancia y contribuyendo a un mejor entendimiento sobre el patrimonio aledaño a escuelas y colegios, agregando que dicha experiencia “para la formación de uno como futuro profesor, es muy buena y enriquecedora”.
Desde el año 2018, “Invasión Patrimonial” propone una forma de enseñanza alternativa en distintos establecimientos educacionales a través de juegos, expresiones artísticas y stands que acercan a los estudiantes a entender el valor de espacios y monumentos históricos locales, buscando generar un sentimiento de pertenencia.
Por Juan Ignacio Lizana
Dirección de Comunicación Estratégica
