27 de enero, 2025
Reescribiendo el aprendizaje: El regreso de egresados BETA como docentes del programa
Dos jóvenes, ya profesionales, nos comentan parte de su experiencia en el programa BETA, formando a nuevas generaciones.
Descripción de imagen: Sara y Fabián, egresados de BETA, ahora docentes, posando en escaleras de campus Curauma, PUCV.
El pasado viernes 17 de enero, finalizó una nueva versión de la Temporada Académica de Verano (TAV) de BETA PUCV, un espacio formativo de cursos y talleres intensivos que exploran diversas áreas del conocimiento, perteneciente a la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio y su Dirección de Inclusión.
Sara Toledo y Fabián Pizarro fueron estudiantes del programa en su etapa escolar, con una generación de diferencia: Sara pertenece a la generación del 2015; Fabián, a la del 2014. Hoy, ya profesionales, desempeñan el papel de docentes en sus respectivos cursos. Sara realiza su debut en TAV a través de la asignatura “Ciudades imaginarias: diseñando el hábitat del futuro”.
El curso consiste en plantear alternativas innovadoras de mejoramiento a los espacios urbanos desde las perspectivas de la arquitectura y el urbanismo, comprendiendo sus dinamismos, contextos sociales y antecedentes históricos sobre la forma y distribución de las construcciones.
Por su parte, Fabián imparte la asignatura “Desafía tu mente: introducción a la optimización”, donde establece la resolución de puzzles y problemas fomentado el ingenio y la creatividad, y a través de un acercamiento a la ingeniería informática, sin necesidad de conocimientos previos o especializados en la materia.
Hablamos con ellos sobre su experiencia en el programa, siendo estudiantes y ahora, siendo docentes del programa.
¿Cómo fue su experiencia anterior en BETA PUCV, siendo estudiante?
S: Lo describiría como encontrar un lugar en el mundo. Para mí, al menos, fue llegar a un espacio donde había muchos estímulos que no habían podido ser resueltos antes… ni después tampoco, inserta ya en la educación básica y en la media. Fue un espacio, además, que permitió desarrollar muchas habilidades que, dudo bastante, hubiesen destacado en otros espacios. Y tener esa posibilidad me ayudó mucho hasta el día de hoy y en el desarrollo profesional.
F: Definitivamente no sería la misma persona que soy, actualmente, sin haber pasado por BETA. Yo siempre fui un niño curioso, de los típicos que preguntan el porqué de las cosas. ¿Por qué el cielo es azul? Llegó un momento en el que, obviamente, los papás ya no pueden solucionar todas las dudas. BETA fue un espacio en el que pude encontrar a personas que podían resolverlas. Y no solamente eso, sino que me enseñaban, me daban las herramientas para poder encontrar mis propias soluciones. Es un espacio donde se fomentó mi espíritu creativo. Y siento que, hasta el día de hoy, mantengo todavía el espíritu de preguntar el por qué de las cosas. Me he encontrado con pares, también: gente con las mismas características.
En contraste, ¿cómo fue su experiencia reciente siendo docente?
F: Una experiencia con sorpresas. Obviamente, es distinto el ser estudiante, a ser profesor, pero el programa BETA siempre va concentrado en lo que a los chicos les interesa. De repente uno tiene planificadas ciertas cosas y, a lo mejor, no “prenden” tanto. Uno se da cuenta. O les interesó mucho cierto tema. Entonces, profundicemos. La planificación ha sido complicada, el poder adaptarse a la curiosidad de ciertos aspectos. Como yo hago un curso de optimización computacional, que es como el área matemática de los computadores, a lo mejor a los chicos, de repente, no les interesa tanto la teoría matemática, pero sí les interesa mucho la aplicación práctica, por ejemplo. Entonces, el poder adaptarme me hace mucho eco con uno de los últimos cursos de BETA que tuve, sobre números imaginarios, en el que nos pasaron un contenido que no estaba planificado para nada. Y ahora que ya crecí, y habiendo hecho clases, me doy cuenta que, a lo mejor, el profesor nunca planificó ese contenido y simplemente se dio cuenta de que “por ahí va la cosa": improvisar un poquito sobre la marcha. Siento que tiene mucho que ver con el adaptarse a las necesidades del estudiante.
S: Nuestra experiencia ha sido muy desafiante. Es distinto: son personas y estudiantes de edades distintas, también, a las que estamos acostumbrados a enseñar. Y comparto lo de Fabián respecto a que tenemos una planificación base, pero en la marcha nos damos cuenta que hay que explorar otras habilidades, otras curiosidades, otras inquietudes. Y en eso, obviamente, hemos mutado mucho la planificación original que teníamos, pero ha sido para mejor, porque se han podido involucrar de forma más personalizada. En nuestro curso sobre ciudades imaginarias, la idea es poder imaginar y desarrollar proyectos urbanos desde la experiencia del habitante. Entonces ellos, en su rol de habitantes, de ciudadanos, han podido discurrir también, no solamente desde la teoría y desde la práctica, de lo tecnicismo que tiene la arquitectura, sino que también desde un relato: como ellos han experimentado todo esto.
¿Cómo se les presentó la oportunidad de ser docentes en el TAV?
S: Tenemos un grupo de amigos que surge del equipo de debate de BETA. Hasta el día de hoy nos seguimos reuniendo. Fabián nos comentó su experiencia siendo docente acá, en el programa, y nos hizo la invitación a participar. Por otro lado, yo ya estaba haciendo docencia en la universidad, entonces recordé un poco mi infancia, ya que nosotros, en BETA, tuvimos clases con profesores universitarios, y fueron un aporte en nuestras vidas. Entonces, era hacer ese gesto de devolución con el programa, que fue tan significativo. Y por otro lado, también vivir la experiencia de hacer clases en la universidad versus hacerlo acá, que, sabemos por experiencia personal, tienen muchas habilidades. Poder cubrirlas es enriquecedor para la enseñanza.
F: Bueno, por mi lado, ya había hecho un curso en la etapa anterior y un taller, pero sentí curiosidad sobre los chicos BETA actualmente. Quería ver si es que se sigue manteniendo algún tipo de chispa o curiosidad. Y, por cierto, sí que se mantiene. Los chicos BETA siguen siendo como nosotros éramos. Pero también es algo de poder ayudar a las siguientes generaciones. Así como yo antes hablé de mi curiosidad y que tuve que encontrar a personas que pudieran responder esas preguntas, quería ver si es que todo lo que yo aprendí en estos años podía satisfacer la curiosidad de algún nuevo estudiante de nuevas generaciones. Entonces, quise entregar lo que BETA en algún momento me pudo dar a mí con las experiencias que he obtenido estos años.
Sara y Fabián son algunos de los relatos de egresados que deciden regresar a las aulas de BETA PUCV, entregando sus conocimientos y experiencias al programa que potenció el desarrollo de sus habilidades, y que se encamina a sus 20 años de existencia en nuestra Universidad.