PUCV reafirma compromiso con la investigación de frontera

• La universidad alberga nueve Proyectos Milenio para el estudio de temas que impactan a la región y el país, como genómica, cuidados en el envejecimiento, ecología, música, lenguaje, desarrollo territorial y desoxigenación del océano.

Posicionándose como un referente en la investigación avanzada y de frontera en diversas áreas con alto impacto en el quehacer regional y nacional, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) se encuentra albergando nueve proyectos Milenio que abarcan las ciencias naturales y las ciencias sociales. Se trata de iniciativas financiadas por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) por un monto que supera los 16 mil 400 millones de pesos, en las que académicos de distintas Escuelas e Institutos trabajan en colaboración con profesionales de otras universidades nacionales e internacionales.

“Desde la Vicerrectoría, apoyamos a nuestros académicos con instrumentos de financiamiento e incentivos que les lleva a la generación de productos muy valiosos para conseguir este tipo de fondos en concursos externos altamente competitivos. La propia ANID establece que los Milenio desarrollan investigación de frontera, lo que significa estar a la cabeza en Chile con líneas de investigación que se relacionan con grandes áreas del conocimiento y son de gran relevancia para la sociedad. Lo que se está investigando en estos proyectos está en el límite del conocimiento, con contribuciones que son de gran importancia y, además, de manera asociativa con otras instituciones”, manifestó el Vicerrector de Investigación, Creación e Innovación (VINCI), Luis Mercado.

INSTITUTOS MILENIO

La universidad alberga proyectos correspondientes a dos Institutos Milenio. El primero es MICARE, para la investigación del cuidado, que se centra en generar conocimiento relativo al envejecimiento de la población. En este estudio, realizado por la académica de la Escuela de Pedagogía de la PUCV, Vanesa Vega, con una inversión de cinco mil millones de pesos, se aborda la necesidad de generar intervenciones para mejorar las condiciones de quienes reciben y brindan cuidados a adultos mayores y a personas con discapacidad, y tiene el potencial de influir en políticas públicas en el ámbito de salud y protección social.

El segundo es el Instituto Milenio para la Regulación del Genoma (MI-CGR), donde participa la académica de la Escuela de Agronomía de la PUCV Romina Pedreschi. Este instituto contribuye a ampliar el conocimiento sobre la genómica funcional y la evolución de organismos que habitan ambientes extremos como el desierto de Atacama y la Antártica. Este proyecto, cuya inversión supera los ocho millones 400 mil pesos, ha desarrollado herramientas genómicas que son cruciales para la agricultura y la conservación de la biodiversidad no solo en Chile, sino que también pueden ser usadas en otras latitudes con similares características.

“La asociatividad es fundamental para el desarrollo de estudios de alto nivel porque nos permite trabajar interdisciplinariamente, complementar capacidades y acceder a mayores recursos. Esta colaboración no solo enriquece el proceso de investigación, sino que también amplía el alcance de los resultados, potencia el impacto científico y social del proyecto y nos permite reforzar la formación de capital humano avanzado”, expresó Mónica Cárdenas-Claros, directora de Investigación de la PUCV.

NÚCLEOS MILENIO

La PUCV también alberga otros siete proyectos correspondientes a Núcleos Milenio de investigación. Se trata del Núcleo Milenio en Turberas Andinas (AndesPeat), a cargo del académico del Instituto de Geografía, Roberto Chávez, con una inversión de 457 millones de pesos. AndesPeat es una investigación multidisciplinaria que integra tecnología, ciencias naturales, ciencias sociales y distintas formas de conocimiento con el objetivo de aportar con políticas públicas que promuevan la conservación de los bofedales y el altiplano.

El Núcleo Milenio sobre Culturas Musicales y Sonoras, a cargo de la académica del Instituto de Música (IMUS), Laura Jordán, con una inversión de 457 millones de pesos, busca identificar e interpretar los procesos de cambio y continuidad de la sociedad chilena contemporánea a partir del análisis de las culturas musicales locales mediante el estudio de las prácticas sonoras, musicales y de escucha/aurales.

Por otra parte, el Núcleo Milenio para la Ciencia del Aprendizaje, MINsoL, con una inversión de 457 millones de pesos, está a cargo del académico del Instituto de Literatura y Ciencias del Lenguaje de la PUCV, Romualdo Ibáñez. Su objetivo es investigar cómo los factores socioafectivos, ambientales, cognitivos y neuronales interactúan para afectar al aprendizaje en diferentes disciplinas. El proyecto pretende hacer una contribución tanto a nivel nacional como internacional, estableciendo un ecosistema de investigación para la Ciencia del Aprendizaje, con potencial de impactar en la política educativa.

“Bioproductos, Genómica y Microbiología Ambiental (BioGEM), de la académica de la Escuela de Agronomía, Ximena Besoain, por un monto de 614 millones de pesos, es un proyecto que busca la caracterización genómica funcional de microorganismos nativos y compuestos vegetales para la generación de bioproductos que mitiguen los efectos del cambio climático en Chile, a través de un desarrollo sostenible de la agricultura, la biorremediación de suelos y la salud humana.

El Núcleo Milenio para el Estudio de la Desoxigenación del Océano Pacífico Sur, liderado por la académica de la Escuela de Ciencias del Mar, Marcela Cornejo, tiene como objetivo comprender la variabilidad temporal y espacial de las zonas de mínimo oxígeno (ZMO) en el océano Pacífico Sur Oriental y su impacto tanto en las comunidades de organismos marinos como en la biogeoquímica oceánica. La inversión de esta iniciativa supera los 630 millones de pesos.

“Desarrollo Integral de los Territorios (CEDIT)” es un núcleo del profesor Félix Modrego, de la Escuela de Negocios y Economía, cuya inversión es de 457 millones de pesos. Esta iniciativa creará asociaciones público-privadas que incluyan el diseño de políticas de desarrollo territorial, los estudios sociológicos y culturales, econometría espacial, estimación de áreas pequeñas y otras herramientas analíticas.

Por último, el Núcleo Milenio del Límite de Vida Patagónica: restricciones ambientales en genética y ecofisiología (LiLi), que lidera Francisco Fontúrbel del Instituto de Biología, fue el último en adjudicarse la PUCV y corresponde a una segunda etapa. Su objetivo es abordar los mecanismos ecofisiológicos que subyacen a la interacción entre microorganismos, plantas, árboles y animales, usando como modelos las levaduras silvestres, plantas hemiparásitas, árboles del género Nothofagus y al marsupial endémico Dromiciops (monito del monte).

La investigación que realiza la PUCV en los Instituto y Núcleos Milenio no sólo responde a problemas urgentes, sino que también aborda necesidades reales y busca generar soluciones concretas para diversos ámbitos de la sociedad.

Por Erika Schubert
Dirección de Comunicación Estratégica